Los olores nos traen recuerdos de momentos y lugares . Las fotos plasman instantes sin alma, la comida nos despierta los sentidos, entendidos por las facultades de los seres humanos para percibir impresiones .

Pero la MÚSICA tiene el poder abrumador de hacernos viajar en el tiempo, teletransportando cuerpo y alma a un momento concreto, preciso, a un lugar, a un estado y una edad, sacudiendo el alma, la mente, haciéndonos regresar sin necesidad de regresión, como por arte de birlibirloque.
Es un instante emocional que teníamos traspapelado o casi olvidado y que vuelve con tanta viveza, colorido y riqueza de detalles que es como si estuviéramos viviéndolo. Es tan potente el sentimiento que a veces da hasta miedo.