Busqué el antónimo de advisor en inglés y en español y no existe. El que asesora o aconseja no tiene contrario. Y como quiero ser morfológicamente correcta, de ahí el título de este blog (aconsejar en contra del viaje), que bien podría titularse TRIPUNADVISOR en vez de TRIPADVISOR
Como se intuye que no van a ser todo elogios, empezaré aplaudiendo a la mayor web de viajes del mundo, que nació tímidamente en Estados Unidos para convertirse en la referencia número uno de cualquier viajero que quiera volar, hospedarse o comer en cualquier rincón del planeta. Las claves parecen obvias, un diseño sencillo, una home fácil de manejar y muy activa, posibilidad de reservar desde su web, localizaciones, mapas, con apps adaptadas a todas las plataformas digitales y, sobre todo, la gran cantidad de creadores de contenidos que trabajan en ella, nosotros, los usuarios, los viajeros, que con nuestras «humildes» opiniones tenemos el gran poder de ensalzar o hundir un negocio. Y TripAdvisor, que no advise nada, porque somos nosotros, sabe hacer tan bien su trabajo que es casi imposible encontrar la web de un restaurante u hotel en un buscador antes de que aparezcan varios enlaces de su página web. La gente de a pie, como yo, opina, y yo me fio mucho más de ellos que de un banner publicitario. El problema viene cuando si el advise que aparece de Luis Alberto Sánchez de Ecuador (del que no tienen porqué aparecer su nombre si no quiere, gran acierto), echando pestes de un restaurante de Berlín está en primer lugar, quizá yo ya no busque más y el restaurante se quede con un cliente menos. Lo que nunca sabré es que Luis Alberto quizá escribió eso porque la novia que le dejó es la propietaria, su negocio de comida ecuatoriana que montó en la capital alemana al lado no funciona y no sabe cómo hacerle la competencia o simplemente dice la verdad y el restaurante es un trullo.
La web tiene una «solución» para eso. No puedes opinar sobre el mismo sitio dos veces desde tu IP. Pero sí de cientos de sitios y hacerlo desde el pc, el móvil, la Tablet , el portátil… gracias a las apps tan maravillosamente diseñadas de TripAdvisor. Y hay mucho ser humano por ahi que sólo se dedica a prestigiar o desprestigiar locales sin haberlos pisado jamás. Y gracias a SEO de TripAdvisor y su magnífico trabajo, resulta que una sola opinión, una sola, puede hundirte. Lo he visto hacer con mis propios ojitos.
Por supuesto que habrá unanimidad de opiniones de gente honesta que intenta ayudar a otros viajeros, pero ¿cómo puedo distinguirlo?Yo tengo mi método. Busco las opiniones de un restaurante y si hay comentarios malísimos junto a otros buenísimos ya me mosqueo, parece una guerra de bandos. Si más o menos coinciden en lo bueno y en lo malo (haciendo una media) ya me fio más, pero aún así, mi referente number one a la hora de viajar se me ha caído del burro.